C. REMÍREZ DE GANUZA / H. SANJUÁN Madrid / Valencia
Génova insta a Camps a rectificar y a decir que no reformará su estatuto
El ‘president’ se pliega sin resistencia a la demanda de Rajoy y evita polemizar
El Gobierno de Valencia rectificó ayer y desactivó, en menos de 24 horas, su demanda de reforma del Estatuto de Autonomía para equipararse a los «privilegios» que el fallo del Constitucional pudiera autorizar a Cataluña. Ahora resulta que el Consell cree que de la sentencia no se deduce ningún agravio y que el cambio no es necesario.
La dirección nacional del PP tuvo mucho que ver en la rectificación del Ejecutivo valenciano. Fue a última hora de la tarde del martes cuando uno de los miembros más relevantes del equipo de Mariano Rajoy telefoneó directamente a Francisco Camps. Le advirtió de manera muy explícita que Génova no se iba a dar por enterado del anuncio hecho aquella mañana por su consejero en relación con la llamada cláusula Camps. Añadió que desde Madrid se iba a desmentir, si hacía falta, la puesta en marcha de la anunciada comisión de análisis para la reforma del Estatuto valenciano. Según las fuentes consultadas, el presidente de la Generalitat no ofreció resistencia alguna.
Otras fuentes de la cúpula popular dieron cuenta a este diario de lo «muy mal» que había sentado el anuncio de Valencia. «¡Era lo que nos faltaba! Nos ha hecho hacer el ridículo, y en el peor momento», comentaba, dando exacta medida del malestar creado en un equipo empeñado ayer, por orden de Rajoy, en sacar cabeza con la sentencia del Tribunal Constitucional y en pasar página en todo caso y cuanto antes, para excluir en lo posible el debate estatutario de la campaña catalana: su única prioridad política. Claro que también hubo en la sede del PP quien justificó la salida de tono de Camps en la propia falta de triunfalismo constitucional, por parte de Génova, en la interpretación de la sentencia, lo que le habría hecho apuntarse, demasiado pronto, a la tesis de que el Alto Tribunal había salvado el grueso de los hechos diferenciales catalanes.
No obstante, los ánimos se habían sosegado en la jornada de ayer: «Ha rectificado», decían en Génova, «y eso es lo único que importa». Además, añadían, los demás barones que anteayer «sacaron a pasear sus respectivas banderas» con sus correspondientes anuncios de reformas estatutarias -como Feijóo y Sanz-, «las han vuelto a guardar» para mucho más adelante. El ventilador reformista de las autonomías del PP, decían, «ha quedado desactivado»
A la rectificación le puso ayer cara la portavoz del Ejecutivo valenciano, Paula Sánchez de León. La consejera evidenció el cambio de postura al aclarar -justo 24 horas después del alegato pro reforma de Serafín Castellano- que el Gobierno valenciano no tiene previsto mover una coma de su texto hasta que se resuelva el recurso de inconstitucionalidad presentado por la Generalitat en materia de financiación, agua y derechos sobre el Archivo de la Corona de Aragón.
Asimismo, la consejera de Justicia fue un paso más allá e indicó que el fallo del Tribunal Constitucional sobre el Estatut es un «ajuste» a la Constitución por lo que, a su juicio, Cataluña «no ha asumido más competencias» de las que tiene «la Comunidad Valenciana u otras comunidades autónomas», de lo que se deduce que la cláusula Camps no se puede aplicar.